Al llegar el fin de año las familias se reunen, compartimos cenas tradicionales, desempolvamos el arbol de navidad, y el ambiente se llena de fraternidad y espíritu navideño.
La otra tradición que acostumbramos en nuestros paises es dar regalos en la noche buena o víspera de navidad. En Europa dependiendo del país los regalos pueden llegar el 6 de Enero, el 5 de Diciembre e incluso el 13 de diciembre según la costumbre de cada cultura.
Para América latina la semana anterior al 25 de diciembre los almacenes y las calles están abarrotadas de personas buscando los regalos; las horas más críticas son en la tarde del 24 dediciembre cuando los rezagados compran regalos de último minuto, y los almacenes se esfuerzan por vender todo su stock.
Todos aquellos que ahorraron durante el año para estas fechas se quedarán sin un centavo, lo cual de por sí ya es complicado, pero puede que sea mucho peor para quienes hacen sus compras decembrinas con tarjetas de crédito.
Y es que para muchos la tentación de usar el dinero plástico es muy grande. Es irresistible poder llevar a casa todos esos obsequios sin tener que pagar aún . El dolor de cabeza viene a finales de Enero o en Febrero, cuando debe hacerse el primer pago de las tarjetas de crédito. Al llegar el nuevo año la frustración y el dolor de bolsillo serán directamente proporcionales al nivel de emoción que teníamos en el momento de las compras de Diciembre. Lo peor de todo es que usualmente la mayoría de esos costosos regalos de navidad ya estarán en la basura o simplemente ya no estarán en uso para cuando llegue la primera factura de pago.
Aquellos que hemos tenido empresas o negocios sabemos que en muchas industrias los meses más dificiles son Febrero y Marzo; y esto es por que las familias usualmente se encuentran con menos dinero disponible y gastan menos.
Falsamente creemos que la forma de demostrar amor a nuestros seres queridos es por medio de obsequios que una fábrica ha producido en serie, o sea que hemos olvidado el verdadero significado de la navidad.
Una persona con inteligencia financiera sabe que existen muchas formas de demostrar el cariño a quienes amamos, y que no todas implican necesariamente gastos fútiles. Quisiera cerrar esta entrada diciendo que el mejor regalo que puedes darle a tu familia es la tranquilidad de saber que tus finanzas están bien administradas y por lo tanto en casa no habrá frustración ni dolores de cabeza en febrero.
Alfredo Galindo
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