
DE LA RESISTENCIA A LA INICIATIVA—LA PERSPECTIVA DE SNIFF Y SCURY. II PARTE
Fuente: https¿Quién se ha llevado mi queso? (eoi.es)
Por Diego Fajardo, Neuropsicologo
En el artículo anterior (¿Quién se ha llevado mi queso? I parte – Prosperitopia)hicimos un análisis neuropsicológico de la historia que narra el libro “Quien se ha llevado mi queso” del autor Spencer Johnson. En esta historia se identifican cuatro personajes; dos ratones llamados Sniff y Scurry, dos humanos llamados Hem y Haw; la condición de estos cuatro personajes era que debían recorrer un laberinto para encontrar estaciones de montañas de queso. En una de ellas que no fueron “olidas” por los humanos pero si por los ratones, pasó lo que tenia que suceder: la perdida absoluta del queso. Vimos cómo uno de los humanos (Haw) paso de la resistencia a obtener una actitud flexible para con miedos, mientras que Hem, al instante de no encontrar el queso, se arraigó a la idea de creer que “aún” seguía su queso en la estación de queso C.
Ahora nos detendremos a proponer luego de realizar un análisis, a identificar cinco ideas para nuestro personaje “Hem” (de paso puede ser nuestro caso); ¿Qué debo trabajar a nivel neuro-cognitivo para pensar en la idea de emprender una idea de negocio? Comprendiendo que todos tenemos formas diferentes de pensar, de actuar, de tomar decisiones, y que no todos nacemos para emprender, no es que seamos raros, es que simplemente nuestros cerebros y conductas están moldeados para un tipo de trabajo; en ello creería que deberías realizar un ejercicio de auto-conocimiento. Podemos encontrar mucha información en las redes sobre emprendimiento pero finalmente quien decide si estamos preparados para una “nueva experiencia” somos nosotros mismos, una cosa es la “resistencia al cambio” y otra cosa diferente es tener las bases o el fundamento para lanzarnos al agua.
Antes de proponerte estas cinco ideas, quisiera que miraras: ¿qué es la flexibilidad cognitiva?. Es posible que las siguientes expresiones te sean familiares: “me sacan de mis casillas”, “yo tengo la razón si o si”, “si esto se planea así debe ser ejecutado” “no se como hacerlo de otra manera”. Palabras mas palabras menos, es mantener nuestra conducta de “Hem” de resistencia al cambio. Ahora lo opuesto a la resistencia al cambio seria la “flexibilidad cognitiva”: Es la capacidad que permite a la persona alternar rápidamente de una respuesta a otra, respondiendo a las demandas cambiantes de una tarea o situación (Mateo et al., 2007) citado en Rubiales (2012) [1] [2].
Si nuestra mente no es cambiante o en otras palabras no tenemos una mente abierta a las demandas y cambios que hay en el ambiente, podemos fácilmente fracasar, o desilusionarnos rápidamente si no tenemos una mente con flexibilidad cognitiva; en cuanto a lo cognitivo refiere a otros procesos complementarios que están inmersos dentro de la categoría de la cognitivo; como por ejemplo la capacidad de inhibición de la conducta, memoria de trabajo, planeación y organización, capacidad de seguimiento de auto instrucción.
Debemos entrenar nuestra capacidad de flexibilidad cognitiva en la vida adulta? La respuesta es un SI rotundo, por que en la vida adulta observamos ciertas resistencias, ciertos apegos, ciertas distorsiones; es precisamente la flexibilidad cognitiva los “lentes adecuados” que nos ayudan a “estirarnos” un poco para comprender la realidad, como una banda de goma que es flexible (estira-encoge), así debe ser nuestra mente, y más aún si nos proponemos tener un estilo de vida mas independiente y con más libertad financiera, nunca el miedo va a desaparecer; sin embargo podemos llevar a nuestra mente a esa meta si tenemos una honesta y sincera decisión a lo que deseamos.
En consecuencia, la flexibilidad cognitiva debe ser un aliado esencial para todas nuestras etapas de desarrollo. ¿Cómo podemos entrenarla en un mundo tan acelerado? A continuación, te presento una lista de tips para comenzar rápidamente a ejercitar esta importante función:
- Sé contemplativo: Ser contemplativos nos permite admirar y ser curiosos, por lo tanto, amplía tus sentidos para ampliar los esquemas cognitivos, procura analizar cada elemento en tu camino como si no lo hubieras observado antes, permite que tu imaginación no tenga límites con respecto a lo que observas y libera tu creatividad.
- Sé rebelde: la mayoría de las cosas que utilizamos se han descubierto para que el ser humano tenga los medios adecuados para sobrevivir. No obstante, muchas de ellas nos han “encarcelado”, generando que acostumbremos a nuestro cerebro con lo ordinario. ¡Rompamos con lo común! Al levantarte, intenta cepillarte los dientes o escribir con la mano contraria, busca resolver problemas con distintas soluciones de las que estás acostumbrado, reflexiona sobre el por qué de las normas sociales y de las ideologías, cuestiona y piensa sobre las creencias más estables que compartes, entre otras técnicas.
- Sé dinámico: existen muchos programas y ejercicios que nos permiten solucionar problemas de manera entretenida. Estos ejercicios de alguna manera buscan desarrollar la neuroplasticidad cerebral y, de esta manera, la flexibilidad cognitiva se trabaja constantemente al desarrollar diversos atajos cognitivos que no estamos acostumbrados a ejercitar.
- Sé empático: en la próxima oportunidad donde discutas algún tema polémico, procura escuchar sin interrumpir a la otra persona, concéntrate en observarlo con una mirada calmada y no pienses constantemente en tus ideas o en lo que le tienes que contestar de inmediato. Aunque sus opiniones no sean aceptadas por las tuyas, intenta buscar un mensaje en común que genere la apertura al diálogo y a la aceptación.
- Sé perseverante y creativo: para entrenar la flexibilidad cognitiva es muy importante el entrenamiento constante y buscar que nuestra creatividad no tenga límites. Ayuda mucho escribir nuestras metas y propósitos para definir los ejercicios por realizar. Asimismo, se requiere una innovación permanente que nos permita encontrar los ejercicios que más se apliquen a nuestro ritmo de vida y organizarnos para poder observar los cambios positivos que traen consigo estos ejercicios.
En conclusión, conocer y ejercitar más la flexibilidad cognitiva es una apuesta que no tiene pierde, no es fácil, pero es un reto que nos permite mejorar mucho en nuestras actividades diarias. De esta manera, podremos generar cambios muy importantes en nuestra vida que permitan adaptarnos sin problemas, tener un mayor control emocional y ejercitar nuestras funciones ejecutivas logrando mayores destrezas cognitivas. ¡Animo, sí se puede!
-Rubiales, J. (2012). Análisis de la flexibilidad cognitiva y la inhibición en niños con TDAH. Facultad de Psicología – Universidad Nacional de Mar de Plata.
-Quieres conocer los cinco tips para entrenar tu flexibilidad cognitiva?. Cerebrum Neurociencias para el desarrollo humano. 28 de mayo del 2019. En https://cerebrum.la/2019/05/28/quieres-conocer-los-5-tips-para-entrenar-tu-flexibilidad-cognitiva/
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